Fake News: La nueva arma de destrucción masiva
Éste es el sugerente título del último libro de David Alandete, publicado por la editorial Deusto. Alandete, que en la actualidad trabaja desde Washington para la sección internacional del diario ABC, y con anterioridad fue director adjunto de El País, es un periodista con dilatada experiencia en política y conflictos internacionales.
El libro hace mención a que en estos tiempos que corren, una de las tareas más importantes y difíciles es la lucha contra la manipulación de la información. En este sentido, el autor ofrece un fascinante recuento de esa experiencia, que ha vivido en primera persona, y de las lecciones que arroja.
Asegura en estas páginas Alandete, que la desinformación ha tenido un papel central en procesos políticos con efectos reales en las elecciones en EEUU e Italia, en el Brexit o incluso, en nuestro país, en el proceso catalán.
“No es ningún secreto -afirma- que los medios de comunicación tradicionales han perdido el control de la distribución de información, con unos efectos todavía inciertos para la salud de las sociedades democráticas. A medida que caen drástica e imparablemente las ventas de los diarios en papel, aumenta el número de lectores que llegan a las noticias a través de buscadores y redes sociales en sus teléfonos móviles”.
“Los principales periódicos españoles compiten en audiencia con todo tipo de medios, serios o no, editados en Madrid, Moscú o Washington, que pueden publicar con gran éxito de audiencia cualquier noticia, real o inventada”, concluye.
La sociedad perfecta para las fake news
En una sociedad donde se busca la inmediatez y se ha dejado aparcado el análisis, las fake news tienen su mejor caldo de cultivo. Entre los ríos y ríos de información que generan las redes sociales y los medios digitales, se han descubierto una cantidad ingente de noticias falsas que afectan a famosos, marcas, instituciones, partidos políticos, y como dice Alandete, a la sociedad en su conjunto.
Según el I Estudio sobre el impacto de las fake news en España realizado por la consultora Simple Lógica, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, el 86% de la población española tiene importantes dificultades para diferenciar entre una noticia falsa y una verdadera. Por lo que los medios profesionales, que han perdido posiciones en cuanto a número de lectores, siguen siendo las fuentes con mayor credibilidad, junto con las agencias de noticias y las páginas web oficiales de marcas.
La repercusión de las fake news es tal, que incluso la Comisión Europea está barajando medidas reguladoras. En pleno auge del Big Data se están desarrollando algoritmos para la detección de noticias falsas. En este sentido, ya se han puesto en marcha las compañías de redes sociales y empresas de Internet, que trabajan actualmente en sistemas de verificación de informaciones.
Algo tan vulnerable como la reputación de una marca, puede verse afectada gravemente por un bulo o noticia falsa. De ahí, que las Agencias de Comunicación y Consultoras tengamos mucho que decir y hacer al respecto. Para empezar, disponer de un canal abierto con los periodistas para hacerles llegar la información precisa y relevante de forma directa, y colaborar con ellos para desmentir noticias falsas. Elaborar notas de prensa con contenido de interés, y siempre atribuir los datos que contengan a las fuentes que los han originado, y monitorizar todo lo que se dice en el mundo digital.
Autora: Montse Fernández, directora de Cuentas en ACH